La noche del hermano (2005)

Puede que cuando alguno de vosotros se presente ante la taquilla del cine con un billete de 10 euros dispuesto a verse una película española le asalten los prejuicios.
Será otra de esas muestras de cine español que intentar compensar su falta de medios con un guión grandilocuente y empachado de diálogos trascendentes?

Nada más cerca de la realidad.

Con esta película, el director Santiago García de Leaniz, pretende una vez más, ahondar en el drama humano simbolizado por el despertar a la vida (adulta) de un adolescente torturado por los sucesos dramáticos que marcan su corta existencia.
Para el director se trata de una "metáfora de los que tratan de encontrar su hueco en la vida".
Alguien más piensa que esto es precioso?
Jan Cornet es el actor encargado de guiarnos por los tortuosos e insípidos caminos de esta historia, y ha sabido transmitir con precisión minimalista los sentimientos del adolescente protagonista.
Ilustraré mi afirmación con la siguiente anécdota, contada por Billy Wilder:
Era el primer día de en un plató de Jack Lemmon, que iba a ser dirigido por george Cukor, al terminar su primera parrafada es felicitado por el director que le sugiere que la repita, pero esta vez con menos entusiasmo (Lemmon tenía experiencia en el teatro). La repite y de nuevo Cukor le felicita y le pide que vuelva a hacerla de manera menos energética, así 10 ó 12 veces. Lemmon asombrado le dice "señor cukor, por dios, voy a acabar no actuando en absoluto", a lo que Cukor replica "Ahora nos vamos entendiendo".

En efecto, esta divertida anécdota puede convertirse en un arme mortal en las manos de gente irresponsable (como Jan Cornet): Cukor se refiere evidentemente a la tendencia irremediable que tienen los actores veteranos del teatro a impostar demasiado: a sobreactuar (cualquier actor de teleserie española con más de 50 años es suficientemete ilustrativo...todavía resuena en mis trompas de falopio el grito "chechuuuu!").
En fin, el joven Jan es más ortopédico que Rajoy marcandose un "merengue de la calle" (de verdad os pido que descubráis de qué estoy hablando: os imagináis a mc.hammer bailando la lambada en pleno ataque epiléptico?)
El caso es que no me es del todo extraña esa tendencia a incrustar actores con anorexia expresiva en nuestras sobrevaloradas pantallas... como si lo más natural fuese enfrentarse a la madurez con cara de poker... y eso que reconozco que un buen rostro dice mucho más que cualquier aspaviento (recuerdo el emocionante final de los 400 goples interpretada por el jovencísimo Jean-Pierre Léaud). Otra película que me impactó por su incapacidad expresiva fue la coñazísima Hector (2003), con otro adolescente con problemas...
Supongo que al final se trata sólo del carisma que tenga el actor, algo así como el soul, o el duende...
Para terminar solo me queda añadir que los diálogos son más forzados que Jorge Bush haciéndose el gracioso, y que las situaciones dramáticas son más inverosímiles que los orgasmos de Ana botella... Se nota demasiado la pretensión que tienen el guionista-director de llenar el aire con frases misteriosas, como si finalmente escondiesen algún secreto insondable del alma humana, un director que juega a sorprendernos con esos silencios y esas miradas perdidas en el horizonte, que intenta cargar el ambiente con un aroma a duda y profundidad existencial...

Me temos que el cine patrio peca de lo mismo que el cine comercial yanquee: apuesta por un efectismo sin contenido, como fuegos artificiales y explosiones que no sirven para justificar una historia puesto que se han convertido en la historia en sí misma...